martes, 25 de noviembre de 2008

Imsomnio

Felix se mueve de un lado para otro, está en su cama intentando conciliar el sueño. No puede, se levanta y se vuelve a sentar en la cama. Suspira y vuelve a suspirar, levanta y agacha la cabeza una y otra vez. Pero nada sólo le queda levantarse, salir al balcón y despejar la mente. Felix es el mayor de tres hermanos e hijo de una madre enfermiza. Desde pronta edad descubrió el significado de la palabra responsabilidad, y supo inconscientemente que estas personas dependen de él.

Lentamente se pone en pie y se calza las alpargatas, abre la puerta de la habitación y sale al pasillo. A oscuras a la luz del móvil se dirige al final del pasillo para llegar al salón. No parece el mismo salón de siempre, o por lo menos parece sentirse extraño ante los muebles de siempre, como si fuese el salón de otra casa. Instintivamente se dirige a las puertas del balcón y abre una de las puertas. El frío rocío de la noche entra por la casa y de forma instintiva vuelve a cerrarla.

Todo parece en su contra todo le parece mal. Se sienta en el sillón cariacontecido y pierde su mirada ante el televisor. Está apagado, es viejo tiene polvo en cima, pero lo de igual y sigue mirándolo como si fuese un misterio. Le parece hasta hermoso y pronto le vienen imágenes a la cabeza. No sabe cuál es su problema, pero ahora mismo se encuentra en otro mundo.

No es su familia ni sus amigos lo que le preocupa, tampoco son sus notas, ni su trabajo como repartidor. Sigue sin hallar respuesta, continua mirando el televisor y de vez en cuando se le escapa una leve sonrisa. Nervioso o no tiene el móvil en la mano derecha y se le cae al suelo mientras con la izquierda sirve de sustento a la cabeza. Rápidamente coge el móvil y mira la foto del día de la excursión con su mejor amigo y la chica del gorro rosa.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Rosa

Esta suculenta forma tan típica despierta la parte sentimental del más insensible. Es una flor tan especial que está hecha para regalarse cuando más bella y hermosa está. Sus llamativos colores simbolizan el mundo. Con una simple mirada somos capaces de saber que el amor existe. Sabemos que crece con puntiagudas espinas. La rosa quiere un lugar en este mundo, si la arrancas enseguida notas su presencia. Sentirás un extraño dolor en tus impuras manos. No le darás importancia hasta que una vez puesta en en tu cesta se pudra como las personas.

Déjala que crezca en el rosa para que algún día llegue el joven enamorado vea en su esencia la palabra amor. Aquella rosa esperará en la más perfecta condición, no fue pisoteada, ni helada, ni mordida por algún insecto. Ella está perfecta como aquella persona que aquel entregará su corazón. Mientras este joven recoge la flor con la prudencia de los sabios, en algún lugar del mundo empieza a brotar otra rosa que espera en su existencia llegar a manos de otro mozuelo enamorado.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Poemas

Con mucho sigilo

Con mucho sigilo
voy tras tus pasos
atraviesas
caminos y montañas
y yo detrás tuya ando.

Quiero ser hoguera
para cuando tengas frío
Soy agua
si caminas en el desierto
me convierto en brújula
para encontrarte en el bosque
Quiero ser tu abrigo
cuando nieve
Quiero ser aire
cuando te cueste respirar
Ser tu luz
en la noche
Ser alimento
si tienes hambre
ser cazador
si el león te acecha

Sobre todo ser tu amigo
para cuando lo necesites... siempre.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Frío azul de mañana

Frío azul de mañana, de un invierno
en esa calle sin prisas, tan mía,
que al pasar, el olor a pan me empapa,
perezosas persianas se despiertan
y aquel hombre me vende tiempo para que
escriba, y yo escribo, sobre el tiempo,
sobre el mío y el tuyo, sobre el nuestro,
sobre el tiempo que siempre quiero tener.



Josep Roca

domingo, 2 de noviembre de 2008