sábado, 13 de diciembre de 2008

Hablarle al Cielo

Desde siempre has estado ahí. Tus miles de millones de ojos han visto aparecer a las especies, desarrollar y extinguir a los dinosaurios, ver al hombre golpear las rocas. Tus miles de millones años de existencia han presenciado las conquistas de Alejandro Magno, la expansión del Imperio Romano, el descubrimiento de América, la Revolución Industrial o la II Guerra Mundial.

Por alguna extraña razón todos te han mirado. Quizá por hermoso o por acogedor que eres. Quizá porque cada una de las criaturas que hemos vivido en la tierra se identifique con algo de ti, con alguna de tus estrellas. Nada de lo que te pertenece parece ordenado. Sin embargo ¿por qué esa armonía?, ¿Por qué tanto las almas de los animales como el de las personas se calman con sólo mirarte? ¿Por qué cada noche eres distinto al mirarte, pero eres igual de bella que todos los días?

Eres objeto de la imaginación de los hombres, objeto de perfección inalcanzable, objeto de necesidad sin búsqueda. Eres tan quieto y a la vez tan móvil que todos los que lo saben quieren algo de ti. Tu no eres consciente de
que eres inspiración de mitos y leyendas. Eres una realidad perfecta y visible.

Nosotros desapareceremos con el tiempo, pero tú no. Tú serás belleza aunque dejemos de mirarte.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Un día diferente

Hoy Juan llega a casa por inercia, hoy no ha visto a las personas pasar, hoy por alguna razón está pensando ensimismado. Al abrir el portal con las llaves no se da cuenta de que está apunto de entrar en casa. Sube las escaleras fijándose solamente en el suelo. Con un poco de atención sería hasta capaz de contar los escalones que sube. Juan no se ha dado cuenta de que ha subido las escaleras casi en penumbras. Al llegar al sexto piso se para para entrar en el piso. Hoy no hay nadie en su casa. Por alguna razón le parece más cómodo porque no hay nadie. El único pensamiento que tiene es ir a su cuarto. Se ha olvidado de que tiene hambre, no quiere merendar. Su madre le había dejado preparado un bocadillo de nocilla con media barra de pan. Pero no se ha pasado por la cocina como suele hacer todos los días.

Ha entrado en su cuarto y deja caer la mochila. Acto seguido él se deja caer en la cama con la idea de no moverse para toda la tarde. Hoy Juan no se ha dado cuenta de que a estas horas estaría chateando con sus amigos. Hoy estaría perdiendo la tarde como todas las tardes desde que es consciente de quien es. Juan sigue en la cama tumbado, pero suspirando. Cuando ya se cansa de estar tumbado se sienta en la cama y dirige su mirada hacia la ventana. Enfrente de su ventana está la iglesia de Santa Teresa de Lisieux, que había sido objeto de sus continuas burlas desde que hizo la Primera Comunión. Juan se acaba de dar cuenta de que tiene todo: familia, amigos, colegio, infinidad de juegos de entretenimiento, salud, ni siquiera el dinero le falta por sus padres.

Hoy se da cuenta de que todo lo que tiene lo puede perder por su culpa. Todo lo que se la había dado por el mero hecho de nacer lo estaba perdiendo poco a poco. Maltrataba a los que no le caía bien, nunca había estudiado enserio desde que sintió esa obligación, en su casa sólo limpiaba su cuarto. La relación que tenía con sus padres era meramente burocrática. Hacía años que no abrazaba a su madre y todavía más años que no jugaba con su padre. Fue despreciando a los marginados de de su clase, pese a que no buscaba problemas con los profesores su sentimiento de indiferencia era grande.